lunes, 11 de julio de 2011

GRADUADOS EN NO SE QUE...

JAVIER MACÍAS / SEVILLA
Día 11/07/2011
Les prometieron una titulación y les han dado gato por liebre, al menos a día de hoy. Sin precedente alguno en la Universidad de Sevilla, los 1.800 alumnos de Ingeniería de Edificación (antigua Arquitectura Técnica), han visto cómo el grado al que accedieron, en muchos casos tras pasarse al nuevo plan de Bolonia para verse equiparados con sus homólogos europeos, entre otras ventajas, ha sido suspendido cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), tras haber sido recurrido por los colegios profesionales de diversas ingenierías y por el de Arquitectura, porque, según éstos, la denominación del título «llevaba a confusión».

Mientras, estos alumnos esperan con «frustración» e «indefensión» a que el próximo día 14 se decida la denominación del grado. Una titulación que, independientemente de la resolución definitiva, seguirá posibilitándoles la opción de concursar a las oposiciones clase A de la Administración Pública —a las que con el anterior título no podían optar al estar equiparado con una diplomatura—, pero que, en caso de que cambie de nombre, les cerraría las puertas a igualar la importancia de su profesión con el resto de Europa.

«Es increíble que una sentencia de un tribunal pueda basarse en una cuestión tan subjetiva como “la confusión”», señala Elena Martín, una alumna de Arquitectura Técnica que se cambiará este año al grado «porque, pase lo que pase, seguiremos teniendo el mismo plan de estudios y nuestras competencias totalmente aseguradas, el problema es el nombre...», cuenta.

Como Elena, se encuentra también Daniel Espinosa, delegado de alumnos de la Escuela de Ingeniería de Edificación, que acaba de finalizar los estudios y aún no puede solicitar el título porque, a día de hoy, «mi título es una incógnita, llámalo graduado en X». Daniel ha sido uno de los promotores de las manifestaciones que estos estudiantes han estado celebrando para que, entre otras cosas, el rector de la Universidad, Joaquín Luque, les recibiera.

Este alumno señala que muchos estudiantes están informándose para pedir daños y perjuicios por la suspensión, que les bloquea por ahora tener la titulación de la que se matricularon en su momento. De este modo, «preguntaremos a un gabinete jurídico esta posibilidad, ya que la matrícula se entiende como un contrato bilateral, en el que si tu cumples tus créditos te tienen que dar el título por el que has pagado y ocupado tu tiempo».

Además, desinformados
Sin embargo, la queja fundamental que tienen estos alumnos de la Universidad de Sevilla es la «desinformación, porque nos enteramos de todo por la Prensa» y señalan al Ministerio de Educación como el culpable de la situación, y de que «se está lavando las manos». De este modo, seguirán por un título que consideran «justo». «La escuela no va a proponer otro nombre que no sea el de Ingeniería de Edificación y, quien tendrá que mojarse, será el Ministerio o la propia Universiad», recuerda Daniel, quien informa que «a partir de que se confirme la nueva denominación, se darán 15 días para que las universidades soliciten el cambio».

Por otra parte, sobre el recurso de los ingenieros y arquitectos, «más que por el nombre o las competencias, la razón está en el pique que tienen históricamente, porque antes esta profesion se vio subordinada a la figura del arquitecto y ya no es así», argumenta Elena Martín.

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