Desde hace ya unas semanas, se ha constituido el movimiento NOLESVOTES, dirigido a todos los electores de las elecciones del próximo 22 de mayo, para que reflexionen seriamente antes de depositar su confianza en PP, PSOE y CIU, partidos que después de un primer intento abortado se pusieron de acuerdo para la aprobación de la ley SINDE. Aprovechando este hecho, así como los casos de corrupción de políticos que, aún teniendo casos pendientes con la justicia, van a formar parte de las listas electorales, se originó esta alternativa de protesta, con numerosos seguidores por parte básicamente de internautas que, a día de hoy, suman ya más de 1.450.000 visitas.
El próximo 9 de junio tendremos elecciones en el Colegio de Barcelona. He recibido hasta el momento una única candidatura que deberá constituirse antes del 10 de mayo con el apoyo de 300 colegiados y que supone la continuidad de la actual equipo de gobierno. Una junta que ha vivido el paso de una posible adaptación directa a grado a los cursos de adaptación maravillosos que ofrecen todas las universidades a unos precios estupendos con el beneplácito del Consejo, una denominación que ya está en el Tribunal Constitucional, una falta de información y transparencia evidentes en los últimos dos años, aún cuando ya se sabían sentencias del Supremo y, sobretodo, por una defensa incondicional de la Ingeniería de Edificación.
He hablado ya en otras ocasiones sobre mi opinión personal: a mí nadie me ha preguntado si quiero ser Ingeniero o ya me parece bien estar más bien cerca del campo de la arquitectura e intentar luchar desde el grado para obtener más atribuciones. En un tema de tantísima trascendencia nadie nos ha consultado a los que mantenemos toda esta estructura colegial. Se supone que con el Libro blanco de la Edificación han tenido suficiente para dar por hecho que todos seríamos unos estupendos ingenieros y que, total, por unos meses en la facultad y unos miles de euros por cabeza nadie iba a quejarse.
Pues yo me quejo. No acepto que me hayan ninguneado y que decidan por mí, que no me consideren con suficientes conocimientos curriculares o experiencia profesional para convalidarme el grado, que me cambien el nombre porque queda mejor en el resto de Europa (cosa que no es del todo cierta), y que se sientan ofendidos por difundir información sobre el proceso que estamos viviendo. Alguien se está cargando la Arquitectura Técnica y, desde luego, no voy a ser yo, que soy Arquitecto Técnico de titulación y de profesión, además con orgullo.
Es por eso que, por mi parte, NOLESVOTES.
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