Supongo que no es la primera referencia que hago sobre el tema, pero es que hoy no puedo evitar volver a tratar el precio de nuestros servicios.
Estoy haciendo reposo en casa con una costilla rota y, por enésima vez, la puerta de la nevera se ha descolgado, así que, incapaz de manipular una llave inglesa y un destornillador, he tenido que llamar al servicio de asistencia del aparato en cuestión. La solución más viable ha sido cambiar la puerta de sentido de apertura, realizando una reparación en 14 minutos por parte de un operario la mar de eficaz. Sumando sólo el trabajo, ya que no ha necesitado de ningún material auxiliar (sino una llave inglesa y un destornillador), el desplazamiento y los impuestos, 57 euros.
En plena batalla de precios por conseguir un trabajo, sigo viendo por internet (búsqueda de google, facil...) certificados de habitabilidad por 45 ó 50 euros, que supongo que deben incluir la visita a la vivienda en cuestión, verificación de las condiciones de habitabilidad, cálculo de la superfície útil interior, el impreso visado (que ya vale sus 12 ó 13 euros), desplazamientos y, no nos olvidemos, la responsabilidad civil y penal que implica certificar un documento, cosa que, con todos mis respetos, no tiene el manipular la puerta de una nevera.
A mí siguen sin salirme los números. Sé que está la cosa muy justa para todos, pero la política de reventar los precios no hace sino devaluar nuestro servicio. Y he puesto un ejemplo fácil por el trabajo y el importe, pero extrapolando estos datos a las ITEs o, más generalista, a los proyectos y direcciones de obra la cosa no cambia mucho.
Nos va a costar mucho recoger lo que estamos sembrando. Esperaremos tiempos mejores.
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