lunes, 20 de mayo de 2013

YA SOMOS CERTIFICADORES ENERGÉTICOS: Y AHORA QUÉ?

Después de varios meses esperando la aprobación del Decreto de Certificación Energética de edificios existentes, manipulando los programas simplificados, siguiendo cualquier novedad o artículo interesante en la Red, asistiendo a cursos para refrescar conceptos olvidados de termodinámica y para mejorar el uso de CE3 y CE3X, finalmente nos podemos considerar suficientemente aptos (ya lo éramos por Ley) y formados (ahora sí) para emitir certificaciones energéticas. Entre otros detalles, creo que hemos aprendido que la dedicación y el esmero en la toma de datos y en su transcripción en los procedimientos simplificados nos pueden dar una calificación bastante real del inmueble, cosa que requiere su tiempo, mientras que si se califica "por defecto" se obtiene siempre una peor "nota".



Han sido meses intensos en los que hemos depositado nuestro máximo interés y hemos dado prioridad por tratarse de una posible vía de negocio para todos nosotros, entendiendo que no sólo se abre el negocio de la certificación en sí, sino en lo que debería venir después en el campo de la rehabilitación energética.
No nos engañemos: nuestro parque de vivienda existente es una auténtica ruina energética. Hemos construido mal en muchos aspectos y muchos años, pero las envolventes térmicas se llevan la palma, en unos sitios más que en otros; para subsanarlo ya ponemos calefacción o aire acondicionado un poco más alto o más bajo y confort asegurado. Las certificaciones irán comunicando a la Administración el estado real del parque, aunque me temo que ya saben por donde va a ir la cosa, así que, cuando se planteen de verdad el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en viviendas y terciarios existentes, no va a haber más remedio que dar apoyo a la rehabilitación energética, porque en obra nueva digamos que nos sabemos la teoría pero nos va a faltar práctica. En este sentido, creo que podemos ser realistas y optimistas, la rehabilitación energética va a ser un campo de trabajo en los próximos años y tarde o temprano deberá ser respaldado por la Administración, vía normativa, vía ayuda económica (cuando se pueda) o vía ejecutiva (dando ejemplo).

Y AHORA QUÉ?

Ahora ofrecemos nuestros servicios al mercado, cotejamos nuestros precios con otros compañeros y nos encontramos con otra realidad: Ya hay inmobiliarias que no quieren ni recibirnos, porque ya han recibido el acoso y las ofertas de cientos de compañeros, algunos con algunos precios que, sinceramente, creo que no dan ni para calificar a ciegas un inmueble...y así parece que lo hacen! Envíenos su plano a 1:50 y le enviamos su certificación! Parece ser que una parte del mercado inmobiliario le va a importar poco estar en una F o una G, así como a sus administradores, aprovechando la desinformación general de la población al respecto, pues vamos a simplificar el tema y le ponemos una letra a su piso que lo dice la ley que si no le pondrán una multa, o una tasa, o un impuesto, que es lo que se dice por ahí. Poco va a importar demostrar que una mejora energética se entienda como un ahorro a corto plazo. Así se van a quedar gran parte de intenciones de mejora energética de edificios, no habrá nada que hacer, tanto por una parte del parque, como por la de los técnicos que lo certificarán.
Esperamos que, sin embargo, la mayoría del mercado esté por la labor, que se valore nuestro trabajo y que se saquen conclusiones positivas para un futuro cercano. La rehabilitación ya es base fundamental de nuestro sector, en parte por las ITE. La rehabilitación energética, en cuanto llegue a la sociedad, deberá impulsarla todavía más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario