Las primeras reacciones a la sentencia del TS, como era de esperar: de todos los colores.
Los colegios sin informar, con la excusa que la Universidad de Nebrija ya ha informado a sus matriculados de que hasta que no se publique en el BOE la sentencia no pasa nada, que los planes de estudios son válidos, que se ha pedido la nulidad de la sentencia y, que si hace falta se va al Constitucional y si no a Estrasburgo, total, pagando nosotros, sin problema.
Los colegiados matriculados en algún plan de estudios más o menos preocupados por su validez legal, con mayor o menor convicción de haber dado el paso correcto. Los que ya han acabado, defensores de la nueva titulación, que para eso han pagado sus buenos dineros.
Los arquitectos técnicos que de momento, hasta que no esté clara la situación, nos mantenemos a la espectativa, pidiendo y divulgando información sobre lo que está pasando y buscando posibles soluciones.
Mi opinión personal es que el colectivo está más falto de unidad que nunca. También es lógico, teniendo en cuenta que, con la última propuesta, ya tendremos 3 titulaciones que deben dar acceso a la profesión de Arquitecto Técnico, que de momento es única, hasta que la ley diga lo contrario.
Los que vivimos cerca de las últimas promociones de Aparejadores y muy cerca de las primeras de Arquitectos técnicos, deberíamos acordarnos de lo difícil que fue conseguir la nueva denominación de Arquitectura, y seguro que nos acordamos de haber defendido nuestra profesión por la ley de atribuciones, que nos permitió hacernos los profesionales de hoy en día. Hemos sobrevivido a numerosos cambios legislativos, pero siempre dejando claro nuestro ámbito profesional. Pero lo que estamos viviendo ahora, es haber dado por hecho que nuestro ámbito ya no es la arquitectura, con lo que costó ganarla, sino la ingeniería, porque nos suena que por Europa hay Arquitectos e Ingenieros, pero no Arquitectos Técnicos.
Siendo ese el punto de partida, lo que no se puede negar es que las cosas se han hecho mal desde el principio: desde la valoración de nuestros estudios, que nos dejaban fuera del grado cuando debería haber sido indiscutiblemente directo, la reserva de nombre de la nueva titulación anulada en el TS, los planes de estudios de las universidades, ahora también cuestionadas en el TS...Supongo que si las cosas se hacen bien no estaríamos ahora como estamos, no?
Seguimos pendientes de nuevas informaciones.
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