He asistido a la primera jornada del curso CTE y rehabilitación que se está dando en la delegación de Mataró. Unos pocos asistentes en un ambiente muy relajado y con heterogénea experiencia, ya que había desde un colegiado 2000 y pico hasta una chica que estaba con el PFC, o sea, un poquito de todo. Entre todos, la gran complicidad en el amplio grado de desconocimiento del CTE, más entre los veteranos que en los jóvenes, que seguimos viendo como un marco normativo de ciencia ficción, demasiado complicado, con incongruencias que se van subsanando con modificaciones y ampliaciones y sobretodo, para los arquitectos técnicos, con poca documentación que facilite su cumplimiento. Quedó en evidencia que gran número de las fichas o documentos de aplicación de los DB nos los bajamos del colegio de arquitectos o nos los pasan directamente (así fue en mi caso).
Aún así, afrontamos que nuestros proyectos de rehabilitación que deban cumplir con el CTE por ámbito de aplicación deben ajustarse a la nueva normativa, con las fichas que sean, y es entonces cuando nos encontramos con el mayor obstáculo: el CTE es una normativa planteada para obra nueva, que contempla muy pocos casos para edificios existentes. Para muestra un botón: es inútil calcular cargas estructurales en edificios construidos antes de la entrada en vigor del CTE porque no cumple ni uno, así que hay que hacer referencia a otras normas paralelas o hacer los cálculos de los elementos uno por uno (hasta de las sillas) para poder justificar un refuerzo o una substitución funcional de un elemento estructural.
Ya no digamos la imposibilidad de justificar acústica, térmica, contribución solar térmica o fotovoltaica...
Mi conclusión es que, aparte de asistir a un nuevo curso-recordatorio del CTE, el sentido común debería llevar al legislador a asumir que todos los edificios construidos antes del CTE no sólo existen, sino que muchos de ellos se nos aguantan, tienen unas paredes estupendas, aislamientos, instalaciones y equipamientos que funcionan, así que, en base a la realidad pura y dura, deberíamos tener una normativa para rehabilitación específica y realista con los edificios existentes, sobretodo teniendo en cuenta que con la entrada en vigor de las ITE es previsible una reactivación del sector de la rehabilitación para los casos en que se deban proyectar intervenciones de cualquier tipo.
Seguiremos informando despues de la segunda jornada...
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