martes, 8 de enero de 2013

MAL EMPEZAMOS...BORRADOR DE LA LEY DE SERVICIOS PROFESIONALES

No es nunca mi intención hacer lecturas pesimistas de todo a lo que nos enfrentamos, el día a día, como individuos, como colectivo...pero lo que sí que es cierto es que no empezamos bien el año, no.
Y no empezamos bien, no sólo por la situación económica casi crónica que vive nuestro sector, ni por el desbarajuste de títulos que dan acceso a nuestra profesión de Arquitectos Técnicos, si no por la reciente publicación del borrador de la Ley de Servicios Profesionales. Ya se ha levantado pólvora en twitter, facebook y linkedin sobre el tema y algunos colegios ya han manifestado su oposición al borrador, pero como era de esperar, no hay un pronunciamiento claro y unísono del colectivo hacia su contenido.
Un contenido en el que, bajo la excusa de liberar el mercado de los técnicos, se acaba reconociendo que casi cualquiera puede hacer casi cualquier cosa en el campo de la edificación, sobretodo si se pertenece a cualquier ramo de la ingeniería, bajo conceptos como el de anular la "reserva de actividad" del ramo de la arquitectura.

En líneas muy generales, pierde la Arquitectura, así, en mayúsculas, gana la Ingeniería, también en mayúsculas, porqué?

En primer lugar, veo los primeros comentarios de los arquitectos que, indudablemente, defienden su profesión como única y exclusiva facultada para proyectar edificios, algunos con argumentos más o menos convincentes sobre su formación académica, enfocada hacia la definición pura de los espacios donde el ser humano deberá desarrollar su vida y sus actividades, así como su entorno. Podremos estar más o menos de acuerdo, pero me sobran algunos comentarios elitistas que hacen referencias incluso a Vitruvio, sobre el aspecto más artístico de su profesión y sobre la que, particularmente, nunca he discutido, pero con demasiada soberbia y aparente desprecio a los demás aspectos técnicos de los edificios.

En segundo lugar, leo también las primeras reacciones de Ingenieros y de algunos colegios, donde dan por hecho que el borrador de la Ley pone las cosas más o menos en su sitio, y que su sólido colectivo ya salió mal parado con la LOE, así que ahora puede que se vayan a reconocer sus atribuciones en el campo de la edificación, donde ya intervienen parcialmente de manera consolidada, sí. Aún así, me sobra la opinión de algunos, que justifican de manera simplificada su apoyo al borrador en base a que, como ya son capaces de calcular la estructura para que el edificio sea seguro o las instalaciones de todo tipo para hacerlo funcionar, sólo les queda pendiente la posibilidar de definir "la caja" que las engloba, minimizando claramente la importancia del diseño del edificio en sí para asimilarlo más a una máquina.

En este binomio, no es fácil encontrar un término medio, más cuando, después de más de 20 años compartiendo trabajos con unos y otros, uno tiene perfectamente delimitado cual es el ámbito de cada uno, haciendo muchas veces la coordinación en la gestión de proyecto y en obra para una correcta definición y ejecución del edificio. Cada uno con lo suyo.

Y justamente en este binomio, qué pintamos los Arquitectos Técnicos? Como ya nos delimitó claramente la LOE, ajustando todavía más las posibilidades de proyectar que muchos de nosotros pensábamos, nos encontramos claramente vinculados a la Arquitectura, con la competencia básica de la DEO de la mano del Arquitecto, así que, de entrada, estamos más bien del lado del caballo perdedor. Sin embargo, el desarrollo de la profesión de los últimos años y la adaptación de nuestra titulación al espacio europeo, tiende más que nunca a la Ingeniería, y no sólo como definición, que está claro que todavía no tenemos clara. Por tanto, ¿debería ser este borrador de la LSP la posibilidad de definir de una vez por todas quienes somos o seguimos perdiendo el tiempo y dejamos que entre unos y otros nos carguemos definitivamente nuestra profesión? Porque está claro que ya no estamos hablando de titulaciones, sino de la profesión, y eso es muy serio. Si para defender las competencias que todavía tenemos y además, para intentar conseguir alguna más, debemos pasar al campo de la Ingeniería, está claro que deberíamos crear una nueva profesión, a la que deberíamos cambiar automáticamente todos los titulados sin excepción y volver a cohesionar el colectivo para poder hacer fuerza y no quedarnos fuera del ámbito de aplicación de la Ley cuyo borrador, por cierto, habla más bien poco de nosotros.

Espero que el borrador como tal así se quede y que podamos reaccionar a tiempo.

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